Querido Jorge Eduardo,
Te conocí cuando tenías 7 años, a lo largo de tu niñez y adolescencia te pude ver en varias ocasiones porque tú papá te llevaba a la oficina de tu abuelito Jorge y aunque algunas veces era por “castigo”, todos sabíamos que te estaba educando para que cuando crecieras fueras un gran hombre y ser humano.
En esta semana he recordado que a veces me pedía que te asigne “tareas”, pero jamás pude pedirte que hagas algo, solo nos poníamos a conversar un poco y te daba una PC para que te entretuvieras hasta que regresaran por ti. Siempre me pareciste un niño súper tierno y en las últimas veces que te vi pude ver al gran jovencito en el que te estabas convirtiendo; Amable, servicial, risueño y educado.
Lamentablemente Dios te llamó a su lado y aunque realmente siento que fue injusta tu partida, se que si él te llamo es porque necesitaba un ángel en el cielo. Vuela alto, cuida de tu familia y ayúdalos a sobrellevar tu ausencia.
Gabriela, Jorge Anibal, Adriana, Paublova y Mía….. Mi más sincero pésame, los acompaño en este momento.